Renault 4 CV en España
Conocido popularmente en España como «cuatro-cuatro», fue ensamblado en la factoría Valladolid, España desde 1953 hasta 1959, caracterizado por sus seis embellecedores cromados en su parte delantera y el escudo de Valladolid en el centro del volante. El apelativo popular de “cuatro-cuatro” vino importado de Francia con las primeras unidades que llegaron a España a finales de los cuarenta. La característica de tener cuatro puertas, cuatro plazas y cuatro caballos fiscales franceses, hicieron de caldo de cultivo para el apelativo “quatre-quatre”. En España se importó tal cual, «españolizando» el nombre y los caballos fiscales que, debido al distinto modo de medir la potencia fiscal en España, pasaron a ser siete en vez de cuatro.
El 4/4 constituye una relevante expresión e imagen de la forma de vida y cultura desarrollada en la España de los 50 y en este sentido un producto que constituye la manifestación de una actividad laboral, ligada a una forma de vida desarrollada en un territorio determinado, con un interés etnográfico merecedor de la protección de acuerdo con lo previsto en el Art. 62.2 de la Ley 12/2002, de 11 de julio, de Patrimonio Cultural de Castilla y León.
Descripción
El 4 CV creó el concepto de utilitario y fue el principal promotor de la expansión del automóvil en España. El pequeño 4/4, conocido popularmente por cuatro-cuatro, cuatro caballos-cuatro puertas se impone en la España de los 50 y a pesar de las prevenciones que en un principio suscitó su motor trasero del que no se conocía precedente, resultó ser un vehículo idóneo para la geografía hispana, duro y austero con una sorprendente aptitud escaladora cuyo motor con caja de cambios de tres marchas arrancaba sin pereza y cuya suspensión independiente facilitaba sin duda la difícil conducción por la entonces poco cuidada red de carreteras Españolas. Su uso traspasó el ámbito del servicio particular, fue utilizado en diversos empleos, auto escuelas, talleres, taxi, e incluso tuvo notables participaciones en rally y pruebas deportivas.
Planes de desarrollo
En la España de los años 1950, los planes de desarrollo contemplaban la motorización y la creación de fábricas de vehículos como uno de las claves para el relanzamiento industrial del país y en este clima D. Manuel Jimenez-Alfaro, un prestigioso ingeniero militar natural de Lucena (Córdoba), decide lanzarse a la aventura de instalar una importante fábrica de automóviles con licencia de alguna marca extranjera. Tras fallidos intentos en Alemania e Inglatera contacta con Pierre Lefauchezux de la Regie Nationales des Usines Renault, que entonces se hallaba en pleno éxito con su 4 CV. Fruto de estas gestiones es la sociedad FASA ("Fabricación de Automóviles Sociedad Anónima") constituida en Valladolid el 29 de diciembre de 1951. Contaban con un capital social inicial de sesenta millones de pesetas y con una concesión para montar vehículos Renault 4 CV bajo licencia. El 12 de enero de 1952 tuvo lugar la primera reunión de accionistas con un carácter inaugural solemnizado por la presencia del alcalde y el gobernador civil de Valladolid. En 1952 compraron un terreno con naves, y la ampliaron para acondicionarlas. La ciudad de Valladolid, vivió todos estos acontecimientos con cierta indiferencia, pero pronto la iniciativa de este grupo de entusiastas vallisoletanos comenzó a tomar forma, se crearon empresas como Famesa, donde se hacían motores y órganos mecánicos, y Facsa donde se estampaban las piezas de carrocería, incluidos techos, puertas, aletas y capós.
Primeras unidades
Las primeras unidades del popular 4-4, se lanzaron al mercado español a mediados de 1953, casi un año después de haber comenzado los trabajos de implantación de esta nueva industria, que se instaló en unas naves ubicadas en la carretera de Madrid dentro de la misma capital vallisoletana.
El día 1 de agosto de 1953 se puso en marcha la cadena de producción de Fasa en Valladolid. El día 12 del mismo mes, las primeras once unidades montadas por la empresa FASA, aún sin matricular, desfilaron por el centro de la ciudad hacia el Ayuntamiento para su prestación oficial ante las autoridades locales. El primer 4/4 que salió de la cadena –con el número de fabricación 00001– fue inscrito en tráfico a nombre de Dª Victoria Agruña de Zapata con la matrícula M-106.741.
Este modelo inicial de Renault 4/4, se distingue por sus seis rayas brillantes en su parte delantera y por detalles muy característicos como la chapita ovalada «Fasa» y el escudo de Valladolid en el centro del volante.
El 1 de octubre la factoría vallisoletana había alcanzado un ritmo de producción de diez coches al día; al finalizar 1953 se habían entregado las primeras 500 unidades. Su producción continuó en Valladolid hasta 1959 –año en que fue reemplazado por el Renault Dauphine– cuando se había fabricado un total de 26.298 ejemplares.
Cuando en 1961 terminó siendo totalmente sustituido por su sucesor, el Dauphine se habían fabricado 1.105.547 unidades montadas en diversas fabricas por todo el mundo, desde Australia hasta Japón.
En la actualidad, existen unos cuantos ejemplares de aquellos extraordinarios 4/4 fabricados en la factoría de Fasa en Valladolid. Uno de ellos, digno ejemplar perfectamente conservado, se encuentra custodiado en el Centro Patrimonial de Fasa-Reanault, y servirá de referente físico y objeto del expediente de declaración de Bien de Interés Cultural con categoría de bien mueble del modelo 4/4 realizado en Valladolid.
(Wikipedia.org)