A lo largo de su vida sufrió distintos cambios que no alteraron básicamente su fisonomía pero sí sus cualidades mecánicas. La incorporación de un motor de 1108 c.c., la cilindrada del Renault 10, le confirió un carácter deportivo a la versión llamada R8 TS, al estilo de la creada en Francia con el R8 Gordini, aunque su motor era mucho menos potente y más sencillo. Con dicha versión se empezó la promoción de jóvenes pilotos de competición a través de la Copa Renault 8 TS, similar a la francesa Copa R8 Gordini. Las reglas, basadas en la igualdad mecánica del vehículo utilizado, hacían que fuera la pericia del conductor la que marcara las diferencias para obtener el triunfo. Los jóvenes de esta forma, aplicando un presupuesto económico, podían adquirir los conocimientos y la soltura necesarios para continuar ascendiendo hasta el pódium profesional posterior. Muchos pilotos de fama tuvieron sus inicios en aquella copa. La Copa TS se ha ido adecuando a los tiempos y sus modelos, los R5 Copa, los Clío y los Megane actuales sirven de escuela a los jóvenes aficionados.
Si el 4-4 y el Dauphine sirvieron para consolidar en Francia la imagen de la nueva Renault, La RÉGIE, en España fue el Renault 8 quien consolidó la imagen de Renault, elevando su posición en el mercado y fijándola en un honroso segundo puesto tras la empresa estatal SEAT con su mítico Seat 600, y a la que, con el tiempo, lograría desbancar del liderazgo del mercado español.
Cuando en 1976 dejó de fabricarse en Valladolid se habían fabricado 257.787 unidades en España.